domingo, 8 de agosto de 2010

4º Capitulo. El ex.

Allí estaba él, mirando me detenidamente para ver que pasaba. Le miré bien, luego miré al frente y vi de nuevo a Natalia, Carolina y a sus amigas, me miraban con más odio. Decidí huir como una cobarde para evitar problemas, pero me siguieron.
Intente despistarlas, pero al que no conseguí despistar fue a él.

Me le encontré en el callejón en donde siempre me escondía cuando quería escapar de las peleas por castigo o algo. Me miro y se a cercó a mi un poco titubeante, yo miré al cielo, se estaba nublando, luego bajé la vista y le mire seria, no quería nada con él de momento, así que no le hablé.
- ¿Por qué no me hablas? ¿Te e hecho algo malo?
Le volví a mirar con cara indignante y le respondí:
- No pero… no te creas que me apetece hablar mucho en estos momentos, pero aun así, se dice hola.
- Hola ¿contenta? – Sonrío-
- Sí – Me di la vuelta bruscamente y empecé a andar-

Él me siguió hasta mi casa, cosa que no te creas que me gustó… pero si lo tenía que aguantar se aguantaba como buena persona y mostrando una buena sonrisa falsa.
Miré el reloj, ya llegaba tarde a comer, seguro que me regañaban, hoy al parecer no es mi día de suerte…
Abrí las puertas de casa y me dirigí hacia la cocina corriendo, allí estaban mis padres y mi hermano, pero por quien sentía más miedo eran por mis padres que me miraron con una mirada amenazadora a la que yo temía.

Pero no me dijeron nada, creo que fue por como me comporté en la noche… me comporté bien o eso creo, lo importante es que no me han regañado. Subí a mi habitación y encendí el ordenador, esta vez no me habló nadie pero si tenia un correo. Le abrí y le empecé a leer:
“Ya sé que no quieres saber nada de mi pero, quiero que sepas que no te puedo olvidar, eres demasiado para mi, me sigues volviendo LOCO cuando veo nuestras fotos del verano pasado. Creo que no se te puede olvidar, así que espero que me aceptes como vecino. Te quiero mucho mi Esthercita…”

Oh no, creo que es, sí lo tiene que ser, es Alex, Dios mi ex, arg creí que no iba a saber nada de él, pero no. Cerré de un golpe el ordenador y me levante dirigiendo me hacia el salón de a bajo, donde estaba mi hermano, creo que él sabe algo de esto.

Me cuadre en el hueco de la mesa del salón de a bajo y de un chistido le llamé la atención a mi hermano, lo cual el paró la película y se giró para mirarme.
- Tú tienes que saber algo sobre Alex, ese del pueblo…
- No… - se giro disimulando- Bueno vale, sí, me envió a noche un correo diciendo que se iba a mudar aquí, lo siento.
- No pasa nada, solo que le tengo que esquivar
Había conseguido lo que quería, ahora tenia que poner en prueba mi plan, es decir, esquivarle.

Salí a la calle decidida a pensar, pero no me apetecía amargarme, así que fui a llamar a Saray a su casa, me pillaba cerca, y seguramente tenia algo nuevo que contarme, como todos los dias.
Me contó casi todo lo que había hecho desde que se levantó, yo la escuchaba mientras pensaba, era complicado, pero la mayoria de las cosas las sabias.

Miré hacia la derecha y la susurré a Saray “no mires hacia la derecha y andemos deprisa, luego te cuento lo que pasa”. Hicimos lo que había dicho y en mitad de una de las calles me paró y puso sus manos en mis hombros y me miro a los ojos, ahí soltó su pregunta:
- ¿Qué es lo que pasa?
- Lo que pasa es que… el chico de esa calle que ha venido nuevo… pues es… mi ex, ¿te acuerdas de Alex? ¿sí? Pues es..ese –miré al suelo-

Se quedo muda y apartó sus manos de mis hombros, y la empezó a temblar la voz. La miré y ella me miró con los ojos llenos de lagrimas, ella tenia que saber algo, y de que esté llorando, tenia que ser grabe, así que me atreví a preguntarla
- Olle, tú sabes algo, no es normal que te pongas así por haberte dicho eso…
- Sí, sé una cosa que me dijo la vez que cortasteis… ten mucho cuidado
En ese momento me abrazó mientras lloraba y yo tan bien empecé a llorar y a abrazarla, me quería morir. De repente oímos unas voces, las reconocí enseguida, eran Alex, Aitor, David y Álvaro dirigiéndose hacia nosotras. Nos limpiamos las lagrimas y empezamos a sonreír falsamente.

Yo miré a David y le dediqué una sonrisa, y luego a Alex que al sonreírle falsamente se creyó que me podía abrazar y así hizo. Pasamos la tarde los seis juntos, luego llegaron las dos Violetas riéndose y se sentaron con nosotros en el césped de uno de los jardines que teníamos en la urbanización, la pena es que a mi lado estaba Alex, al que yo quería reprimir para siempre, pero en un momento de descuido me echó para atrás y me besó.

Yo me intenté despegar de él como pude pero mis fuerzas eran pocas para las que tenia él. Cuando termino de besarme le di una bofetada y me levanté llorando, no quería saber nada de él, vinieron detrás mía las dos Violetas y Saray, pero eché a correr y me topé con Olalla, las dos juntas nos fuimos a un valle que había por allí cerca y la conté el secreto que estaba guardando en mi interior…

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