martes, 10 de agosto de 2010

10º Capítulo. La sorpresa.

Mientras tanto oía a Aitor canturrear alegre, algo había pasado y yo no me había enterado. Me levante y fui a donde estaba él, me quería enterar el por qué de su alegría.
Cuando me vio, me abrazó y me dijo “Te quiero” ahí me asuste un poco, le miré extrañada y le solté mi pregunta:
- ¿Qué te pasa? Me das miedo.
- Te acuerdas de Violeta, tú amiga, esa chica a la que la llamo repipi – Asentí con la cabeza y siguió hablando- pues que hemos empezado a salir.
Le miré con asombro, de verdad se había enamorado otra vez… así que le dije que si quería que se podía venir a comer, a mi no me importaba, era de mis amigas, me quería enterar de todo, aun que en los días en los que estaban los dos juntos hablando se les veía que se querían.

Me bajé al jardín y me senté en el césped húmedo y empecé a contemplar las flores que había ahora en verano, con la luz del sol se hacían más bellas, eso me hacía relajarme…olvidarme de todo.
Todo parecía ir bien, nada podía salir mal. Me metí en el cuarto de baño y cogí un bikini blanco que me encantaba y me le puse, hoy estaba decidida a pasar me lo bien sin que nadie me lo arruine. Salí del cuarto de baño y me fui a la piscina.

Estuve metida en la piscina hasta las dos de la a medio día, me sentía más a gusto conmigo misma. Cogí mi toalla y me la enrollé por el cuerpo y me dispuse a entrar dentro de casa, hay tuve mi sorpresa.

Pasé por su lado sin hacer ruido y subí las escaleras, no quería volver a ver eso nunca más. Pero la imagen se me quedó grabada. Subí corriendo a mi cuarto y cerré la puerta con cerrojo, me quité la toalla arrojándola a la cama y seguidamente me quité la parte de arriba del bikini.
- Bonito cuerpo…
Me giré rápidamente tapando me con mis brazos los pechos.
- ¡¿Qué haces tú aquí?!
- Darte una sorpresa, ¿no lo ves? –Me sonrío de forma picará-
- Sí veo, pero no sé quien te ha dicho que puedes estar aquí en mi habitación, sin mi permiso. –en ese momento se me acercaba…-
- Si quieres, me voy – se acercaba a mi más mientras que yo le miraba-
- No…no…-me empezó a temblar la voz- queda te pero ahora no mires.
- Para no mirarte tendría que estar ciego – se acercó más a mi y me besó-
Le seguí el beso mientras me pegaba más a él, me empezó a coger del culo y mientras seguíamos besándonos, me hecho en la cama poniéndose encima mía.

Ahí fue cuando me dijo “¿Estás lista?”, le miré mientras me mordía el labio inferior, y la conteste…

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