Cuando termino de hablar le colgué, no me lo podía creer. Subí a mi cuarto me puse algo cómodo y cogí las llaves de la moto del cajón de la habitación de Aitor, tenia que ir al hospital.
Me monté en la moto y sin mirar atrás conduje hasta el hospital.
Llegué rápido, aparqué la moto y entre en el dirigiéndome hacia donde me habían dicho. Allí estaba él con un collarín también puesto, había tenido un accidente de moto, pero al parecer no era tan grave como dijo ese enfermero.
No me acerqué mucho a él y con una seña con la mano le dije que viniera, que yo había ido a por él en mi moto.
Salimos afuera yendo a mi moto y le di el otro casco que tenia para el acompañante. Cuando llegamos a su casa me dio las gracias y mi otro casco. Ahí fue cuando le note más raro. Seguí hasta mi casa y guarde la moto.
Salí al jardín de adelante y me llamo Carolina, estaba sofocada, me acerque a ella y me empezó a hablar:
-¿Le pasó algo a David? –Me miró con cara de preocupación-
-Sí ¿Por? – La miré extrañada-
- Por que bueno, mejor nada –Se dio la vuelta y siguió su camino, pero a mi me dejo con la duda ella sabia algo así que la seguí y la llamé-
-Tú sabes algo- La miré enfadada-
- No, por favor vete de mi lado, no quiero que mi hermana me vea hablando contigo si no es para discutir-Me enfadé demasiado, no aguantaba más así que la llevé detrás de una furgoneta, la cogí del cuello de la camiseta y la volví a preguntar-
-Tú sabes algo así que ya me estas contando-Su mirada se convirtió en algo pequeño y asustado y empezó a tartamudear-
- Sí, sí, sé lo que a pasado, t-te lo diré. Han tenido un accidente por culpa de Natalia y de otra chica que la ayudo, solo querían ver como tú lo pasabas mal, pero por favor no me hagas nada ni digas que te he dicho esto –empezó a llorar y la solté no valía la pena pegarla-
-Vale. –Me fui para mi casa-
Mañana seria un día muy largo, así que avisé a Saray para que mañana no hiciera ningún plan, mañana seguramente había guerra silenciosa. Ella acepto encantada por tal noticia.
A la mañana siguiente, a las nueve, fui en bici y con una pequeña mochila al club social, donde sabia que Saray me estaría esperando con una sonrisa de lado.
Cuando me vio bajó rápidamente las escaleras del club social y se montó en su bici, de ahí nos dirigimos a donde Natalia tenia lo que más quería, ahora era mi turno. Y esto cada vez se iba convirtiendo más en personal.
Llegamos no había nada ni nadie que nos detuviera el paso para arruinarla. Saltamos una valla y nos sorprendimos, no podía ser…
miércoles, 11 de agosto de 2010
martes, 10 de agosto de 2010
12º. Al otro lado del telefono.
Allí estaba ella, me había seguido, al parecer no quería dejarme sola. ¿Me habría oído mientras hablaba con David? No lo sé. Miré para adelante y crucé las vías dirigiendo me hacia aquella casa abandonada a la que la gente la llamaba “La casa de Samara.” Su leyenda es complicada y hay varias pero a mi me daba igual si estaba embrujada, maldita, como estuviera.
Seguí mi camino, dando pasos firmes y decididos. Iba anocheciendo mientras que llegaba, pero no tarde nada, aun había sol. Me senté en uno de los bordillos que hay donde antes iban a beber y a comer los animales que habitaban allí y suspiré mientras miraba la puesta de sol. Todo me recordaba a él, no sabía cuando volvería a verle, si tarde o temprano, pero sabia que prefería temprano, le necesitaba, necesitaba su sonrisa.
Me empezó a vibrar el móvil, esta vez era un sms. Mis amigos estaban preocupados por mí, querían saber donde estaba. No conteste al sms, fue pasando el tiempo.
Cuando ya anocheció me levanté y me fui para mi casa con cuidado de que ningún quinqui me cogiera o me atracará. El camino de regreso a casa fue tranquilo. Llegué, subí a mi habitación corriendo, me puse mi pijama favorito y bajé a la cocina a comer algo.
Me fui a los varios salones que había en la casa, pero en ninguno había nadie, no me preocupé me quedé en el ultimo y me puse a ver la tele.
A los cinco minutos llegó Aitor, tenía una sonrisa en la cara, se lo tuvo que pasar bien. No me moleste en preguntarle nada, no quería empezar con una ronda de preguntas suyas y mías y luego con un enfado, no valía la pena con los días que tenia últimamente.
Subí a mi cuarto cerré las puertas y ventanas y puse el aire acondicionado para que la habitación se refrescara mientras veía tumbada la tele de mi dormitorio.
Aitor me dio una voz diciendo me que se iba otra vez, pero esta vez a jugar al fútbol con los demás amigos suyos a un descampado.
Al fin, sola. Seguía viendo la tele cuando sonó el teléfono de casa. Bajé corriendo las escaleras hasta llegar al primer salón que había y cogí el teléfono.
- ¿Sí?
- Perdone por la hora a la que llamo, ¿estoy hablando con algún familiar de David…?
- No, pero soy su vecina, dígame enseguida se lo diré a sus padres o alguna persona de su familia – en ese momento estaba asustada ¿Qué habría pasado?
La persona que estaba al otro lado del teléfono seguía explicando me lo que había sucedido, entonces rompí a llorar…
Seguí mi camino, dando pasos firmes y decididos. Iba anocheciendo mientras que llegaba, pero no tarde nada, aun había sol. Me senté en uno de los bordillos que hay donde antes iban a beber y a comer los animales que habitaban allí y suspiré mientras miraba la puesta de sol. Todo me recordaba a él, no sabía cuando volvería a verle, si tarde o temprano, pero sabia que prefería temprano, le necesitaba, necesitaba su sonrisa.
Me empezó a vibrar el móvil, esta vez era un sms. Mis amigos estaban preocupados por mí, querían saber donde estaba. No conteste al sms, fue pasando el tiempo.
Cuando ya anocheció me levanté y me fui para mi casa con cuidado de que ningún quinqui me cogiera o me atracará. El camino de regreso a casa fue tranquilo. Llegué, subí a mi habitación corriendo, me puse mi pijama favorito y bajé a la cocina a comer algo.
Me fui a los varios salones que había en la casa, pero en ninguno había nadie, no me preocupé me quedé en el ultimo y me puse a ver la tele.
A los cinco minutos llegó Aitor, tenía una sonrisa en la cara, se lo tuvo que pasar bien. No me moleste en preguntarle nada, no quería empezar con una ronda de preguntas suyas y mías y luego con un enfado, no valía la pena con los días que tenia últimamente.
Subí a mi cuarto cerré las puertas y ventanas y puse el aire acondicionado para que la habitación se refrescara mientras veía tumbada la tele de mi dormitorio.
Aitor me dio una voz diciendo me que se iba otra vez, pero esta vez a jugar al fútbol con los demás amigos suyos a un descampado.
Al fin, sola. Seguía viendo la tele cuando sonó el teléfono de casa. Bajé corriendo las escaleras hasta llegar al primer salón que había y cogí el teléfono.
- ¿Sí?
- Perdone por la hora a la que llamo, ¿estoy hablando con algún familiar de David…?
- No, pero soy su vecina, dígame enseguida se lo diré a sus padres o alguna persona de su familia – en ese momento estaba asustada ¿Qué habría pasado?
La persona que estaba al otro lado del teléfono seguía explicando me lo que había sucedido, entonces rompí a llorar…
11º Capítulo. La pelea.
Con un simple sí. Pero no pudimos hacer nada, le llamaron al móvil sus padres, al parecer se tenia que ir. Me despedí de él con un pico y me levanté de la cama cogiendo una camiseta vieja.
La parte de abajo del bikini estaba seca, así que no me la quite, me senté en la silla de mi escritorio y encendí el ordenador.
Me empezaron a hablar enseguida, pero yo no tenia ganas de hablar, así que las conteste con frases cortas, mi cabeza estaba ocupada pensando en como sería si lo mío con David se iba a más. Saray, Lydi, Paula, Samantha y Estrella me invitaron a que fuera con ellas a la heladería que había por allí cerca, al perecer habían quedado con más personas.
Me puse la típica ropa para salir, en ese caso eran unos pantalones cortos con una camiseta de hombreras azul cielo con unas sandalias romanas negras. Me encantaba ir así por la calle. Me dirigí a casa de Paula, allí me estaban esperando todas para ir juntas a la heladería.
Cuando llegamos mi fijé bien en quien estaba, la mayoría me caían bien, solo había uno que fallaba, Alex.
Me senté al lado de Álvaro y le dije a Lydi que se sentara a mi otro lado, pero Alex se adelantó. Me empezó a rodear con su brazo mientras comía el helado que había pedido, pero yo se le quitaba enseguida y miraba a Aitor agobiada. Cuando terminé mi helado, me pidió un beso, se le negué. Cuando todos habíamos terminado ya, nos fuimos a dar un paseo todos juntos y así hacíamos algo todos juntos, aun que faltaba gente. Alex me volvió a pedir otro beso, se lo volví a negar, me cogió de las manos pegando me a él y me intentó besar, chillé un poco, a lo que vino Aitor le doy unos golpecitos en el hombro, me soltó y se giró mirando le, ahí le empezó a pegar puñetazos para que no me volviera a hacer lo mismo.
Los consiguieron separar, Alex le juró venganza a lo que le miré mal, y pensé para mi misma “como toques a mi hermano tocaré yo a tú hermana como la ultima vez” y sé marchó.
Me empezó a vibrar el móvil, era David, le cogí:
- ¿Sí?
- Esther, lo siento por decirte lo por aquí pero, mañana me voy de viaje y no sé cuando volveré, espero que no te moleste.
- No, no pasa nada, que te lo pases bien – miré para el suelo – te echaré de menos…
Ahí me colgó, miré a mis amigos y me despedí de ellos con la mano, no quería darles ninguna razón de por que me iba ahora cuando empezábamos a pasárnoslo bien.
Me fui hacia las vías, no quería saber nada de nadie como de costumbre mira para atrás…
La parte de abajo del bikini estaba seca, así que no me la quite, me senté en la silla de mi escritorio y encendí el ordenador.
Me empezaron a hablar enseguida, pero yo no tenia ganas de hablar, así que las conteste con frases cortas, mi cabeza estaba ocupada pensando en como sería si lo mío con David se iba a más. Saray, Lydi, Paula, Samantha y Estrella me invitaron a que fuera con ellas a la heladería que había por allí cerca, al perecer habían quedado con más personas.
Me puse la típica ropa para salir, en ese caso eran unos pantalones cortos con una camiseta de hombreras azul cielo con unas sandalias romanas negras. Me encantaba ir así por la calle. Me dirigí a casa de Paula, allí me estaban esperando todas para ir juntas a la heladería.
Cuando llegamos mi fijé bien en quien estaba, la mayoría me caían bien, solo había uno que fallaba, Alex.
Me senté al lado de Álvaro y le dije a Lydi que se sentara a mi otro lado, pero Alex se adelantó. Me empezó a rodear con su brazo mientras comía el helado que había pedido, pero yo se le quitaba enseguida y miraba a Aitor agobiada. Cuando terminé mi helado, me pidió un beso, se le negué. Cuando todos habíamos terminado ya, nos fuimos a dar un paseo todos juntos y así hacíamos algo todos juntos, aun que faltaba gente. Alex me volvió a pedir otro beso, se lo volví a negar, me cogió de las manos pegando me a él y me intentó besar, chillé un poco, a lo que vino Aitor le doy unos golpecitos en el hombro, me soltó y se giró mirando le, ahí le empezó a pegar puñetazos para que no me volviera a hacer lo mismo.
Los consiguieron separar, Alex le juró venganza a lo que le miré mal, y pensé para mi misma “como toques a mi hermano tocaré yo a tú hermana como la ultima vez” y sé marchó.
Me empezó a vibrar el móvil, era David, le cogí:
- ¿Sí?
- Esther, lo siento por decirte lo por aquí pero, mañana me voy de viaje y no sé cuando volveré, espero que no te moleste.
- No, no pasa nada, que te lo pases bien – miré para el suelo – te echaré de menos…
Ahí me colgó, miré a mis amigos y me despedí de ellos con la mano, no quería darles ninguna razón de por que me iba ahora cuando empezábamos a pasárnoslo bien.
Me fui hacia las vías, no quería saber nada de nadie como de costumbre mira para atrás…
10º Capítulo. La sorpresa.
Mientras tanto oía a Aitor canturrear alegre, algo había pasado y yo no me había enterado. Me levante y fui a donde estaba él, me quería enterar el por qué de su alegría.
Cuando me vio, me abrazó y me dijo “Te quiero” ahí me asuste un poco, le miré extrañada y le solté mi pregunta:
- ¿Qué te pasa? Me das miedo.
- Te acuerdas de Violeta, tú amiga, esa chica a la que la llamo repipi – Asentí con la cabeza y siguió hablando- pues que hemos empezado a salir.
Le miré con asombro, de verdad se había enamorado otra vez… así que le dije que si quería que se podía venir a comer, a mi no me importaba, era de mis amigas, me quería enterar de todo, aun que en los días en los que estaban los dos juntos hablando se les veía que se querían.
Me bajé al jardín y me senté en el césped húmedo y empecé a contemplar las flores que había ahora en verano, con la luz del sol se hacían más bellas, eso me hacía relajarme…olvidarme de todo.
Todo parecía ir bien, nada podía salir mal. Me metí en el cuarto de baño y cogí un bikini blanco que me encantaba y me le puse, hoy estaba decidida a pasar me lo bien sin que nadie me lo arruine. Salí del cuarto de baño y me fui a la piscina.
Estuve metida en la piscina hasta las dos de la a medio día, me sentía más a gusto conmigo misma. Cogí mi toalla y me la enrollé por el cuerpo y me dispuse a entrar dentro de casa, hay tuve mi sorpresa.
Pasé por su lado sin hacer ruido y subí las escaleras, no quería volver a ver eso nunca más. Pero la imagen se me quedó grabada. Subí corriendo a mi cuarto y cerré la puerta con cerrojo, me quité la toalla arrojándola a la cama y seguidamente me quité la parte de arriba del bikini.
- Bonito cuerpo…
Me giré rápidamente tapando me con mis brazos los pechos.
- ¡¿Qué haces tú aquí?!
- Darte una sorpresa, ¿no lo ves? –Me sonrío de forma picará-
- Sí veo, pero no sé quien te ha dicho que puedes estar aquí en mi habitación, sin mi permiso. –en ese momento se me acercaba…-
- Si quieres, me voy – se acercaba a mi más mientras que yo le miraba-
- No…no…-me empezó a temblar la voz- queda te pero ahora no mires.
- Para no mirarte tendría que estar ciego – se acercó más a mi y me besó-
Le seguí el beso mientras me pegaba más a él, me empezó a coger del culo y mientras seguíamos besándonos, me hecho en la cama poniéndose encima mía.
Ahí fue cuando me dijo “¿Estás lista?”, le miré mientras me mordía el labio inferior, y la conteste…
Cuando me vio, me abrazó y me dijo “Te quiero” ahí me asuste un poco, le miré extrañada y le solté mi pregunta:
- ¿Qué te pasa? Me das miedo.
- Te acuerdas de Violeta, tú amiga, esa chica a la que la llamo repipi – Asentí con la cabeza y siguió hablando- pues que hemos empezado a salir.
Le miré con asombro, de verdad se había enamorado otra vez… así que le dije que si quería que se podía venir a comer, a mi no me importaba, era de mis amigas, me quería enterar de todo, aun que en los días en los que estaban los dos juntos hablando se les veía que se querían.
Me bajé al jardín y me senté en el césped húmedo y empecé a contemplar las flores que había ahora en verano, con la luz del sol se hacían más bellas, eso me hacía relajarme…olvidarme de todo.
Todo parecía ir bien, nada podía salir mal. Me metí en el cuarto de baño y cogí un bikini blanco que me encantaba y me le puse, hoy estaba decidida a pasar me lo bien sin que nadie me lo arruine. Salí del cuarto de baño y me fui a la piscina.
Estuve metida en la piscina hasta las dos de la a medio día, me sentía más a gusto conmigo misma. Cogí mi toalla y me la enrollé por el cuerpo y me dispuse a entrar dentro de casa, hay tuve mi sorpresa.
Pasé por su lado sin hacer ruido y subí las escaleras, no quería volver a ver eso nunca más. Pero la imagen se me quedó grabada. Subí corriendo a mi cuarto y cerré la puerta con cerrojo, me quité la toalla arrojándola a la cama y seguidamente me quité la parte de arriba del bikini.
- Bonito cuerpo…
Me giré rápidamente tapando me con mis brazos los pechos.
- ¡¿Qué haces tú aquí?!
- Darte una sorpresa, ¿no lo ves? –Me sonrío de forma picará-
- Sí veo, pero no sé quien te ha dicho que puedes estar aquí en mi habitación, sin mi permiso. –en ese momento se me acercaba…-
- Si quieres, me voy – se acercaba a mi más mientras que yo le miraba-
- No…no…-me empezó a temblar la voz- queda te pero ahora no mires.
- Para no mirarte tendría que estar ciego – se acercó más a mi y me besó-
Le seguí el beso mientras me pegaba más a él, me empezó a coger del culo y mientras seguíamos besándonos, me hecho en la cama poniéndose encima mía.
Ahí fue cuando me dijo “¿Estás lista?”, le miré mientras me mordía el labio inferior, y la conteste…
lunes, 9 de agosto de 2010
9º Capítulo. El sueño.
En el camino no pararon de decirme que por que no me había defendido, el por que era fácil, quería seguir viendo a David y no por que viniera a mi casa, si no fuera, donde le podía decir lo que siento, si me hubiera defendido, me habrían castigado, otra vez. Pero no las contesté.
Me acompañaron hasta mi habitación las dos, cuando me curaron algunas heridas que tenia se marcharon. Entonces se abrió la puerta de la entrada, mis padres habían llegado de trabajar.
Bajé como pude al baño a echarme maquillaje en la cara, para tapar uno de los arañazos que me habían echo, los de las piernas y brazos no importaban.
Bajé a darles la bienvenida con dos besos cariñosos, una sonrisa de oreja a oreja y un ¿Que tal el trabajo?, me lo agradecieron y me preguntaron que tal el día, mire para otro lado antes de contestar y luego volví a mirarlos y les dije un simple…bien. Me sonrieron y se marcharon a su habitación, yo en cambio me fui a la cocina a por un vaso de agua y se cerró la puerta. Del susto que me di escupí el agua en el fregadero y me giré, allí estaba Aitor con su cara de preguntas a las que quiero mil respuestas.
Me hizo un cuestionario, cuando le conteste con cosas que ni él entendía me dejo marchar, subí a mi habitación, me tumbé en la cama.
Al momento…
No estaba sola, estaba con David, en mi casa, los dos solos abrazados mirando la tele, sentía que mi corazón latía cada vez mas rápido al estar junto a él, era feliz, nunca había sentido eso.
Me dio un beso en el pelo y se levanto, tenía cara triste y me dijo que no quería saber nada de mí.
Empecé a llorar y a decirle ¡¿Por qué?! ¡¿Qué e hecho mal?! Pero él no respondía, salio de mi casa sin mirar atrás y sin decir “Adiós” en ese momento me caí al suelo mientras lloraba.
Busqué en mis bolsillos y encontré una pequeña navaja que siempre llevaba encima y me empecé a cortar las venas. Si no tenía a él no quería tener nada, lo tenía decidido.
Noté algo que me movía para los lados, abrí los ojos y era Aitor mirando me con preocupación y diciendo me ¿Qué te pasa con David? Esther, Esther, oye, despierta… le abracé enseguida, todo había sido un sueño, un mal sueño.
Él tan bien me abrazó y me dijo que si quería dormir con él, pero le dije que no, que prefería seguir durmiendo en mi cama sola… pero se lo agradecí.
Me volví a quedar dormida en poco tiempo, y cuando desperté era ya de día. Me senté en el lado izquierdo de la cama y mire a mi mesita de noche, tenia una nota al lado de la lámpara, era de papá y mamá, al parecer hoy tenían día libre en la oficina y decidieron marchar al pueblo a ver a los abuelos y a mas parientes cercanos, mientras tanto…
Me acompañaron hasta mi habitación las dos, cuando me curaron algunas heridas que tenia se marcharon. Entonces se abrió la puerta de la entrada, mis padres habían llegado de trabajar.
Bajé como pude al baño a echarme maquillaje en la cara, para tapar uno de los arañazos que me habían echo, los de las piernas y brazos no importaban.
Bajé a darles la bienvenida con dos besos cariñosos, una sonrisa de oreja a oreja y un ¿Que tal el trabajo?, me lo agradecieron y me preguntaron que tal el día, mire para otro lado antes de contestar y luego volví a mirarlos y les dije un simple…bien. Me sonrieron y se marcharon a su habitación, yo en cambio me fui a la cocina a por un vaso de agua y se cerró la puerta. Del susto que me di escupí el agua en el fregadero y me giré, allí estaba Aitor con su cara de preguntas a las que quiero mil respuestas.
Me hizo un cuestionario, cuando le conteste con cosas que ni él entendía me dejo marchar, subí a mi habitación, me tumbé en la cama.
Al momento…
No estaba sola, estaba con David, en mi casa, los dos solos abrazados mirando la tele, sentía que mi corazón latía cada vez mas rápido al estar junto a él, era feliz, nunca había sentido eso.
Me dio un beso en el pelo y se levanto, tenía cara triste y me dijo que no quería saber nada de mí.
Empecé a llorar y a decirle ¡¿Por qué?! ¡¿Qué e hecho mal?! Pero él no respondía, salio de mi casa sin mirar atrás y sin decir “Adiós” en ese momento me caí al suelo mientras lloraba.
Busqué en mis bolsillos y encontré una pequeña navaja que siempre llevaba encima y me empecé a cortar las venas. Si no tenía a él no quería tener nada, lo tenía decidido.
Noté algo que me movía para los lados, abrí los ojos y era Aitor mirando me con preocupación y diciendo me ¿Qué te pasa con David? Esther, Esther, oye, despierta… le abracé enseguida, todo había sido un sueño, un mal sueño.
Él tan bien me abrazó y me dijo que si quería dormir con él, pero le dije que no, que prefería seguir durmiendo en mi cama sola… pero se lo agradecí.
Me volví a quedar dormida en poco tiempo, y cuando desperté era ya de día. Me senté en el lado izquierdo de la cama y mire a mi mesita de noche, tenia una nota al lado de la lámpara, era de papá y mamá, al parecer hoy tenían día libre en la oficina y decidieron marchar al pueblo a ver a los abuelos y a mas parientes cercanos, mientras tanto…
8º Capítulo. El beso.
Abrí la puerta, acerté, no era Alex, era Marco, me quede mirándole con cara de ¿que quieres?, me respondió sin decir ni una palabra.
- ¿Y tú...hermano?
- Arriba, pasa. – Me puse al lado de la puerta dejando le que pasara y cerré-
Subió para arriba, yo decidí irme al salón a ver la tele, hoy no me apetecía ver, ni hablar con nadie.
Al parecer Marco se quedaba hoy a comer, así que comimos todos juntos, luego los dos me convencieron para que me bajara al jardín de atrás a jugar con globos de agua y más.
Mientras que estábamos jugando llamaron a la puerta de atrás, oh no, arggg siempre me fastidian todo, era David y Álvaro, al parecer tan bien iban a jugar con nosotros, pero yo no quería estar con ellos, cogí mi toalla, les dije una mala excusa y me fui para mi habitación a cambiarme.
Encendí el ordenador, quería saber si estaban conectadas Samantha, Saray y Paula. Por suerte, estaban. Empecé a hablar con ellas y a reírnos de tonterías que decíamos por MSN, sonó un pitido, un nuevo mensaje en mi buzón de entrada del correo electrónico.
Al parecer era uno de esos de propaganda así que le borré.
Ya eran las ocho y media de la tarde, hacia calor y un buen día, así que me puse mis pantalones de tenis y una camiseta y salí a la calle con la bici.
Me metí por el campo, me llamaron por detrás me giré y… en el suelo aparecí. Dios, que dolor, me había echo daño en el tobillo derecho, seguro que no seria nada, pero la persona que me llamaba por detrás se a cercó a mi corriendo y ya pude ver quien era.
Arggg era David, que había echo yo, si en cuando más los quiero esquivar antes aparecen… Me ayudó a levantarme y me preguntó que tal estaba, le dije que bien… pero no mencioné nada del tobillo, al parecer se menciono solo cuando intenté andar. Me cogió en sus brazos y se monto en la bici como pudo y me llevo hasta mi casa. Se lo agradecí con un abrazo y un beso en la mejilla, le quería dar la apariencia de que solo quería ser su amiga, nada más.
Él me devolvió el abrazo pero en vez de darme un beso en la mejilla me dio un pico, en ese momento no sabia que decir, me temblaba la voz, le miré a los ojos y sonreí y pensé “oh que mono…”, me mordí el labio y me dio un calido beso de despedida… en ese momento no sabia que pasaba por mi cabeza, en mi tripa revoloteaban mariposas haciendo me cosquillas…Quería parar el tiempo en ese mismo instante.
Me ayudo a bajar y se bajó luego él de la bici y desapareció por un callejón que llevaba a su casa.
Me giré y allí estaban Natalia y Carolina mirando me boquiabiertas, estaban enfadadas, la primera vez me la perdonaron pero esta, esta ya, no.
Miré para todos los lados y no encontraba solución, sabia que aun que empezara a andar me iban a alcanzar, andaban ahora más rápido que yo, arggg.
Así que empecé a andar me daba igual que me alcanzaran tarde o temprano aguantaría lo que fuera para que este sueño, no se convirtiera en pesadilla.
No quisieron hablar, esta vez no, esta vez me pegaron como pudieron pero antes de nada me alejaron de mi casa.
Cuando terminaron de pegarme, me dejaron allí en el suelo, cogí mi móvil y llamé a Lydi y a Saray para que vinieran a ayudarme para llegar a casa, y así hicieron, pero mientras tanto en el camino…
- ¿Y tú...hermano?
- Arriba, pasa. – Me puse al lado de la puerta dejando le que pasara y cerré-
Subió para arriba, yo decidí irme al salón a ver la tele, hoy no me apetecía ver, ni hablar con nadie.
Al parecer Marco se quedaba hoy a comer, así que comimos todos juntos, luego los dos me convencieron para que me bajara al jardín de atrás a jugar con globos de agua y más.
Mientras que estábamos jugando llamaron a la puerta de atrás, oh no, arggg siempre me fastidian todo, era David y Álvaro, al parecer tan bien iban a jugar con nosotros, pero yo no quería estar con ellos, cogí mi toalla, les dije una mala excusa y me fui para mi habitación a cambiarme.
Encendí el ordenador, quería saber si estaban conectadas Samantha, Saray y Paula. Por suerte, estaban. Empecé a hablar con ellas y a reírnos de tonterías que decíamos por MSN, sonó un pitido, un nuevo mensaje en mi buzón de entrada del correo electrónico.
Al parecer era uno de esos de propaganda así que le borré.
Ya eran las ocho y media de la tarde, hacia calor y un buen día, así que me puse mis pantalones de tenis y una camiseta y salí a la calle con la bici.
Me metí por el campo, me llamaron por detrás me giré y… en el suelo aparecí. Dios, que dolor, me había echo daño en el tobillo derecho, seguro que no seria nada, pero la persona que me llamaba por detrás se a cercó a mi corriendo y ya pude ver quien era.
Arggg era David, que había echo yo, si en cuando más los quiero esquivar antes aparecen… Me ayudó a levantarme y me preguntó que tal estaba, le dije que bien… pero no mencioné nada del tobillo, al parecer se menciono solo cuando intenté andar. Me cogió en sus brazos y se monto en la bici como pudo y me llevo hasta mi casa. Se lo agradecí con un abrazo y un beso en la mejilla, le quería dar la apariencia de que solo quería ser su amiga, nada más.
Él me devolvió el abrazo pero en vez de darme un beso en la mejilla me dio un pico, en ese momento no sabia que decir, me temblaba la voz, le miré a los ojos y sonreí y pensé “oh que mono…”, me mordí el labio y me dio un calido beso de despedida… en ese momento no sabia que pasaba por mi cabeza, en mi tripa revoloteaban mariposas haciendo me cosquillas…Quería parar el tiempo en ese mismo instante.
Me ayudo a bajar y se bajó luego él de la bici y desapareció por un callejón que llevaba a su casa.
Me giré y allí estaban Natalia y Carolina mirando me boquiabiertas, estaban enfadadas, la primera vez me la perdonaron pero esta, esta ya, no.
Miré para todos los lados y no encontraba solución, sabia que aun que empezara a andar me iban a alcanzar, andaban ahora más rápido que yo, arggg.
Así que empecé a andar me daba igual que me alcanzaran tarde o temprano aguantaría lo que fuera para que este sueño, no se convirtiera en pesadilla.
No quisieron hablar, esta vez no, esta vez me pegaron como pudieron pero antes de nada me alejaron de mi casa.
Cuando terminaron de pegarme, me dejaron allí en el suelo, cogí mi móvil y llamé a Lydi y a Saray para que vinieran a ayudarme para llegar a casa, y así hicieron, pero mientras tanto en el camino…
7º Capítulo. El hospital.
Venia Alex, el incordio, puede dejarle atrás, gracias a Samantha y a Estrella que le entretuvieron.
Seguí andando, pero no iba muy bien, después de beber varios cubatas, así que tenia que ir con cuidado. Llegué a un descampado donde Alberto y Saray siempre hacían botellón, y sí me los encontré allí.
Pero no bromeando como siempre, estaban, besándose, así que preferí dejarlos a solas, no quería interrumpir.
Me fui para otro sitio, y me di cuenta de que en mi mano seguía teniendo un cubata bien cargado de whisky, me paré en un banco y me le bebí de un trago, empecé a notar aquel ardor por mi garganta. Me senté, se me iba la cabeza entre el sofoco que tenia y el pedo que llevaba. Cuando creía que se me había pasado, me levanté, veía borroso.
Empecé a caminar, pero iba haciendo eses, no podía seguir más, me senté en el suelo e intenté mirar la hora, pero no veía nada, solo a unas personas que venían corriendo hacia mí, en ese instante deje de ver.
Al día siguiente me levante en el hospital, no podía ser, ¡¿Qué había pasado?! , no me acordaba de nada, solo tenía un grave dolor de cabeza. Miré a mi izquierda, allí estaban, David y Aitor mirándome. Intenté sonreírles, pero yo sabia que no podía sonreír, aun me acordaba de aquel beso. Así que miré para otro lado, iba a romper a llorar al recordarlo.
En un momento, David le pidió a mi hermano que nos dejara solos, al parecer quería hablar conmigo, y yo con él, tan bien.
- ¿Por qué te fuiste de la fiesta anoche?
- A ti no te importo, así que déjalo. – en esos momentos no quiera recordar nada de anoche-
- No, no lo dejo, me importas y mucho y si yo quiero me preocupo por ti -en ese momento le miré con lagrimas en los ojos-
- ¿Y por que te fuiste tú el otro día cuando me vistes con Alex? –Ahí empecé a llorar-
- Por que… me entraron los celos. – en ese momento se acercó a mi y me susurro al oído “te amo desde el primer momento en el que te vi.” Y se apartó de mi-
No sabia que responderle.
Entró mi hermano y el medico, al perecer me dio un coma etílico no muy fuerte, y ya me podía ir a casa. Me vestí con las ropas de anoche y nos fuimos cada uno para su casa. Ahora no me atrevería a mirar a David a la cara.
Cuando llegué a casa, encendí el ordenador, Saray y Alberto me hablaron preguntando me que tal estaba, en ese momento estaba confusa, así que les dije que bien y luego lancé mi pregunta…
No me contestaron, más bien pasaron de contestar a tal pregunta, seria más bien por que, no querrían que se enterara la gente de eso. Pero deje de presionarles y bajé a la puerta principal, creo que quien llamaba no era Alex…
Seguí andando, pero no iba muy bien, después de beber varios cubatas, así que tenia que ir con cuidado. Llegué a un descampado donde Alberto y Saray siempre hacían botellón, y sí me los encontré allí.
Pero no bromeando como siempre, estaban, besándose, así que preferí dejarlos a solas, no quería interrumpir.
Me fui para otro sitio, y me di cuenta de que en mi mano seguía teniendo un cubata bien cargado de whisky, me paré en un banco y me le bebí de un trago, empecé a notar aquel ardor por mi garganta. Me senté, se me iba la cabeza entre el sofoco que tenia y el pedo que llevaba. Cuando creía que se me había pasado, me levanté, veía borroso.
Empecé a caminar, pero iba haciendo eses, no podía seguir más, me senté en el suelo e intenté mirar la hora, pero no veía nada, solo a unas personas que venían corriendo hacia mí, en ese instante deje de ver.
Al día siguiente me levante en el hospital, no podía ser, ¡¿Qué había pasado?! , no me acordaba de nada, solo tenía un grave dolor de cabeza. Miré a mi izquierda, allí estaban, David y Aitor mirándome. Intenté sonreírles, pero yo sabia que no podía sonreír, aun me acordaba de aquel beso. Así que miré para otro lado, iba a romper a llorar al recordarlo.
En un momento, David le pidió a mi hermano que nos dejara solos, al parecer quería hablar conmigo, y yo con él, tan bien.
- ¿Por qué te fuiste de la fiesta anoche?
- A ti no te importo, así que déjalo. – en esos momentos no quiera recordar nada de anoche-
- No, no lo dejo, me importas y mucho y si yo quiero me preocupo por ti -en ese momento le miré con lagrimas en los ojos-
- ¿Y por que te fuiste tú el otro día cuando me vistes con Alex? –Ahí empecé a llorar-
- Por que… me entraron los celos. – en ese momento se acercó a mi y me susurro al oído “te amo desde el primer momento en el que te vi.” Y se apartó de mi-
No sabia que responderle.
Entró mi hermano y el medico, al perecer me dio un coma etílico no muy fuerte, y ya me podía ir a casa. Me vestí con las ropas de anoche y nos fuimos cada uno para su casa. Ahora no me atrevería a mirar a David a la cara.
Cuando llegué a casa, encendí el ordenador, Saray y Alberto me hablaron preguntando me que tal estaba, en ese momento estaba confusa, así que les dije que bien y luego lancé mi pregunta…
No me contestaron, más bien pasaron de contestar a tal pregunta, seria más bien por que, no querrían que se enterara la gente de eso. Pero deje de presionarles y bajé a la puerta principal, creo que quien llamaba no era Alex…
6º Capítulo. La fiesta.
Solo me dijo “que te lo pases bien con él”, me dolió bastante, ¿lo amaba?, no lo sabía, estaba más que confusa.
Me fui a casa, no quería saber nada de nadie, mis padres me llamaron para que fuera a la cocina, ¿un castigo? Sí.
Me dijo mi padre por un gesto que me sentara, su mirada era fría, yo no me atrevía a mirarle a la cara ni a los ojos, me sentía mal.
Me regañó y después de eso vino el castigo, una semana sin salir y sin ordenador ni móvil, no iba a estar comunicada con la gente, hasta dentro de una semana, sin ver a nadie… por una parte estaba bien, podía seguir olvidando a Alex sin tener que encontrar me le.
No fue duro, la semana se paso volando, ni me di cuenta casi. Miré el calendario, mañana era el cumpleaños de Aitor, seguro que hacia fiesta.
Miré en mi armario para ver que me podía poner para ir a su fiesta de cumpleaños. Lo encontré todo. Una camiseta de palabra de honor, unos pantalones cortos vaqueros y unos tacones.
Lo dejé preparado en mi sillón de mi habitación y me fui a que me diera un poco el aire.
Mientras iba caminando me sonó el móvil, miré quien me llamaba, era Aitor
- ¿Qué quieres?
- Necesito que vengas conmigo a mirar ropa para mañana, te necesito, por favor.
- Vale, ¿donde estas?
- Nos vemos dentro de media hora en el club social.
- Okeis.
Le colgué y la medio hora se paso volando, desde que me castigaron, los días y las horas se me pasan rápido. Fui al club social, allí estaba mi hermano con la moto, me monte en ella y nos fuimos a comprar ropa.
Cuando volvimos era tarde, así que solo me duché me puse el pijama y cené algo ligero, después fui a encender el ordenador. Oh Dios, 15 correos, todos de Alex. No me lo pensé dos veces, y los borré, ya estaba bastante fastidiada.
Al día siguiente era el cumpleaños de Aitor, así que nuestros padres hicieron una barbacoa para la familia, se le veía muy contento con sus regalos, eso me hizo sonreír.
Llegó la noche, y sí, hizo una fiesta, vinieron amigos suyos de muchos sitios de donde habíamos viajado últimamente, tanto nuestros primos de Francia, como los de Estados Unidos.
Fui a ver si había venido David, necesitaba hablar con él, explicarle lo que había pasado el otro día con Alex, pero no fue la cosa como que quería, creía que mis ojos me estaba engañando al ver lo que estaba viendo. La persona que creía que nunca me iba a fallar me falló, se estaba besando con él…
Mi mundo se derrumbó, quería desaparecer de allí, de verdad estaba enamorada de él, a él no le había olvidado, por favor, tiene que ser una pesadilla, pero no, no la era.
Salí de la fiesta decidida a ir a algún lado sola, pero creo que la suerte no estaba conmigo, por que detrás mía venia…
Me fui a casa, no quería saber nada de nadie, mis padres me llamaron para que fuera a la cocina, ¿un castigo? Sí.
Me dijo mi padre por un gesto que me sentara, su mirada era fría, yo no me atrevía a mirarle a la cara ni a los ojos, me sentía mal.
Me regañó y después de eso vino el castigo, una semana sin salir y sin ordenador ni móvil, no iba a estar comunicada con la gente, hasta dentro de una semana, sin ver a nadie… por una parte estaba bien, podía seguir olvidando a Alex sin tener que encontrar me le.
No fue duro, la semana se paso volando, ni me di cuenta casi. Miré el calendario, mañana era el cumpleaños de Aitor, seguro que hacia fiesta.
Miré en mi armario para ver que me podía poner para ir a su fiesta de cumpleaños. Lo encontré todo. Una camiseta de palabra de honor, unos pantalones cortos vaqueros y unos tacones.
Lo dejé preparado en mi sillón de mi habitación y me fui a que me diera un poco el aire.
Mientras iba caminando me sonó el móvil, miré quien me llamaba, era Aitor
- ¿Qué quieres?
- Necesito que vengas conmigo a mirar ropa para mañana, te necesito, por favor.
- Vale, ¿donde estas?
- Nos vemos dentro de media hora en el club social.
- Okeis.
Le colgué y la medio hora se paso volando, desde que me castigaron, los días y las horas se me pasan rápido. Fui al club social, allí estaba mi hermano con la moto, me monte en ella y nos fuimos a comprar ropa.
Cuando volvimos era tarde, así que solo me duché me puse el pijama y cené algo ligero, después fui a encender el ordenador. Oh Dios, 15 correos, todos de Alex. No me lo pensé dos veces, y los borré, ya estaba bastante fastidiada.
Al día siguiente era el cumpleaños de Aitor, así que nuestros padres hicieron una barbacoa para la familia, se le veía muy contento con sus regalos, eso me hizo sonreír.
Llegó la noche, y sí, hizo una fiesta, vinieron amigos suyos de muchos sitios de donde habíamos viajado últimamente, tanto nuestros primos de Francia, como los de Estados Unidos.
Fui a ver si había venido David, necesitaba hablar con él, explicarle lo que había pasado el otro día con Alex, pero no fue la cosa como que quería, creía que mis ojos me estaba engañando al ver lo que estaba viendo. La persona que creía que nunca me iba a fallar me falló, se estaba besando con él…
Mi mundo se derrumbó, quería desaparecer de allí, de verdad estaba enamorada de él, a él no le había olvidado, por favor, tiene que ser una pesadilla, pero no, no la era.
Salí de la fiesta decidida a ir a algún lado sola, pero creo que la suerte no estaba conmigo, por que detrás mía venia…
5º Capitulo. La reacción.
Cuando la conté que aun seguía sintiendo algo por Alex, me miró con cara de no saber que decir, aun que ambas sabíamos que pasaría si volvía con él, y yo no quería recordarlo ni volver a vivir lo que es ser una mujer “florero y cornuda”.
Empezó ha a anochecer, así que nos fuimos a cada una a su casa. Cuando llegué no me apetecía bajar a la cocina a cenar con todos, no tenía hambre después de lo ocurrido. Mi madre subió a mi habitación para ver si estaba bien, pero se fue rápido, apagué las luces de mi dormitorio e intenté dormir. Lo cual fue inútil.
Pasaban las horas y seguía sin dormir, entonces me di cuenta de algo… lo que sentía en mi corazón al recordar a David, no era… lo mismo que cuando recordaba antes a Alex o a otros chicos. Arg soy tonta me e vuelto a enamorar, encima de un chico del que ni si quiera mente le conozco. Por que, porque a mi.
Miré el reloj, era temprano, las nueve de la mañana. Decidí bajar a la cocina a comer algo, lo necesitaba, me comí una manzana y un vaso de leche y me dirigí al salón, lo cual me sorprendió al ver a mi hermano levantado y viendo la tele, era demasiado temprano para él, así que me senté a su lado sin decir ni una palabra y me quedé mirando a la tele como una tonta.
- Te gusta David – Me soltó de repente-
- Qué va tss, a demás tu que sabrás de mis sentimientos – Miré para otro lado para que no viera que estaba roja- Solo le quiero como, un amigo, sí, como un buen amigo.
- Ya, claro, ahora soy tonto. – Siguió mirando la tele-
Lo que había dicho de tonto, para mí si lo es, así que pasé de él. Me fui a dar una ducha fría y lo que viniera detrás, seguro que me lo esperaría.
Llamaron al telefonillo, yo ya había terminado de ducharme y ya estaba vestida y todo así que conteste yo:
-¿Sí? ¿Quién es?
- Esther soy yo, Violeta, la hermana de Álvaro ¿Te vienes conmigo a dar un paseo?
- Sí, ahora bajo.
Bajé corriendo a la calle sin preocuparme por las puertas abiertas y me fui con ella.
Estuvimos hablando de nuestros gustos y de las cosas que se tenían que desaparecer de esta urbanización, las dos coincidimos, las pijas. Nos reímos cuando las dos lo dijimos, pero no nos reímos tanto cuando nos encontramos con ellas, y menos con la más fuerte de todas, y desgraciadamente, mi prima Patricia.
Me llevó a solas, para intentar hablar conmigo, pero eso no funcionó, las dos sabíamos que tarde o temprano una hostia nos íbamos a dar una a la otra, y así fue. Por la ira que tenia en ese momento la pegué más de un puñetazo en la nariz dejándola en el suelo mientras la sangraba, mi castigo había llegado.
Me fui corriendo hacia Violeta y la dejamos allí, cuando pasó un poco de tiempo nos reímos pero nada más, miró al reloj, al parecer se la hizo tarde y se tubo que marchar, pero yo me quede allí, buscando una solución para quitarme el castigo y olvidarme por completo de Alex.
Sentí unas palmaditas en mi hombro izquierdo, me giré y era Alex, en ese momento me dije “otra vez el incordio” y esta vez no le sonreí pasé de él, pero él de mi, no.
Intentó otra vez besarme, me aparté lo más rápido que pude y cuando miré al frente estaba David, al parecer me quería decir algo, pero al verme así con Alex, decidió irse corriendo.
Me levanté y fui detrás de él pero su respuesta fue algo que a mi me dolió bastante, por que su contestación fue…
Empezó ha a anochecer, así que nos fuimos a cada una a su casa. Cuando llegué no me apetecía bajar a la cocina a cenar con todos, no tenía hambre después de lo ocurrido. Mi madre subió a mi habitación para ver si estaba bien, pero se fue rápido, apagué las luces de mi dormitorio e intenté dormir. Lo cual fue inútil.
Pasaban las horas y seguía sin dormir, entonces me di cuenta de algo… lo que sentía en mi corazón al recordar a David, no era… lo mismo que cuando recordaba antes a Alex o a otros chicos. Arg soy tonta me e vuelto a enamorar, encima de un chico del que ni si quiera mente le conozco. Por que, porque a mi.
Miré el reloj, era temprano, las nueve de la mañana. Decidí bajar a la cocina a comer algo, lo necesitaba, me comí una manzana y un vaso de leche y me dirigí al salón, lo cual me sorprendió al ver a mi hermano levantado y viendo la tele, era demasiado temprano para él, así que me senté a su lado sin decir ni una palabra y me quedé mirando a la tele como una tonta.
- Te gusta David – Me soltó de repente-
- Qué va tss, a demás tu que sabrás de mis sentimientos – Miré para otro lado para que no viera que estaba roja- Solo le quiero como, un amigo, sí, como un buen amigo.
- Ya, claro, ahora soy tonto. – Siguió mirando la tele-
Lo que había dicho de tonto, para mí si lo es, así que pasé de él. Me fui a dar una ducha fría y lo que viniera detrás, seguro que me lo esperaría.
Llamaron al telefonillo, yo ya había terminado de ducharme y ya estaba vestida y todo así que conteste yo:
-¿Sí? ¿Quién es?
- Esther soy yo, Violeta, la hermana de Álvaro ¿Te vienes conmigo a dar un paseo?
- Sí, ahora bajo.
Bajé corriendo a la calle sin preocuparme por las puertas abiertas y me fui con ella.
Estuvimos hablando de nuestros gustos y de las cosas que se tenían que desaparecer de esta urbanización, las dos coincidimos, las pijas. Nos reímos cuando las dos lo dijimos, pero no nos reímos tanto cuando nos encontramos con ellas, y menos con la más fuerte de todas, y desgraciadamente, mi prima Patricia.
Me llevó a solas, para intentar hablar conmigo, pero eso no funcionó, las dos sabíamos que tarde o temprano una hostia nos íbamos a dar una a la otra, y así fue. Por la ira que tenia en ese momento la pegué más de un puñetazo en la nariz dejándola en el suelo mientras la sangraba, mi castigo había llegado.
Me fui corriendo hacia Violeta y la dejamos allí, cuando pasó un poco de tiempo nos reímos pero nada más, miró al reloj, al parecer se la hizo tarde y se tubo que marchar, pero yo me quede allí, buscando una solución para quitarme el castigo y olvidarme por completo de Alex.
Sentí unas palmaditas en mi hombro izquierdo, me giré y era Alex, en ese momento me dije “otra vez el incordio” y esta vez no le sonreí pasé de él, pero él de mi, no.
Intentó otra vez besarme, me aparté lo más rápido que pude y cuando miré al frente estaba David, al parecer me quería decir algo, pero al verme así con Alex, decidió irse corriendo.
Me levanté y fui detrás de él pero su respuesta fue algo que a mi me dolió bastante, por que su contestación fue…
domingo, 8 de agosto de 2010
4º Capitulo. El ex.
Allí estaba él, mirando me detenidamente para ver que pasaba. Le miré bien, luego miré al frente y vi de nuevo a Natalia, Carolina y a sus amigas, me miraban con más odio. Decidí huir como una cobarde para evitar problemas, pero me siguieron.
Intente despistarlas, pero al que no conseguí despistar fue a él.
Me le encontré en el callejón en donde siempre me escondía cuando quería escapar de las peleas por castigo o algo. Me miro y se a cercó a mi un poco titubeante, yo miré al cielo, se estaba nublando, luego bajé la vista y le mire seria, no quería nada con él de momento, así que no le hablé.
- ¿Por qué no me hablas? ¿Te e hecho algo malo?
Le volví a mirar con cara indignante y le respondí:
- No pero… no te creas que me apetece hablar mucho en estos momentos, pero aun así, se dice hola.
- Hola ¿contenta? – Sonrío-
- Sí – Me di la vuelta bruscamente y empecé a andar-
Él me siguió hasta mi casa, cosa que no te creas que me gustó… pero si lo tenía que aguantar se aguantaba como buena persona y mostrando una buena sonrisa falsa.
Miré el reloj, ya llegaba tarde a comer, seguro que me regañaban, hoy al parecer no es mi día de suerte…
Abrí las puertas de casa y me dirigí hacia la cocina corriendo, allí estaban mis padres y mi hermano, pero por quien sentía más miedo eran por mis padres que me miraron con una mirada amenazadora a la que yo temía.
Pero no me dijeron nada, creo que fue por como me comporté en la noche… me comporté bien o eso creo, lo importante es que no me han regañado. Subí a mi habitación y encendí el ordenador, esta vez no me habló nadie pero si tenia un correo. Le abrí y le empecé a leer:
“Ya sé que no quieres saber nada de mi pero, quiero que sepas que no te puedo olvidar, eres demasiado para mi, me sigues volviendo LOCO cuando veo nuestras fotos del verano pasado. Creo que no se te puede olvidar, así que espero que me aceptes como vecino. Te quiero mucho mi Esthercita…”
Oh no, creo que es, sí lo tiene que ser, es Alex, Dios mi ex, arg creí que no iba a saber nada de él, pero no. Cerré de un golpe el ordenador y me levante dirigiendo me hacia el salón de a bajo, donde estaba mi hermano, creo que él sabe algo de esto.
Me cuadre en el hueco de la mesa del salón de a bajo y de un chistido le llamé la atención a mi hermano, lo cual el paró la película y se giró para mirarme.
- Tú tienes que saber algo sobre Alex, ese del pueblo…
- No… - se giro disimulando- Bueno vale, sí, me envió a noche un correo diciendo que se iba a mudar aquí, lo siento.
- No pasa nada, solo que le tengo que esquivar
Había conseguido lo que quería, ahora tenia que poner en prueba mi plan, es decir, esquivarle.
Salí a la calle decidida a pensar, pero no me apetecía amargarme, así que fui a llamar a Saray a su casa, me pillaba cerca, y seguramente tenia algo nuevo que contarme, como todos los dias.
Me contó casi todo lo que había hecho desde que se levantó, yo la escuchaba mientras pensaba, era complicado, pero la mayoria de las cosas las sabias.
Miré hacia la derecha y la susurré a Saray “no mires hacia la derecha y andemos deprisa, luego te cuento lo que pasa”. Hicimos lo que había dicho y en mitad de una de las calles me paró y puso sus manos en mis hombros y me miro a los ojos, ahí soltó su pregunta:
- ¿Qué es lo que pasa?
- Lo que pasa es que… el chico de esa calle que ha venido nuevo… pues es… mi ex, ¿te acuerdas de Alex? ¿sí? Pues es..ese –miré al suelo-
Se quedo muda y apartó sus manos de mis hombros, y la empezó a temblar la voz. La miré y ella me miró con los ojos llenos de lagrimas, ella tenia que saber algo, y de que esté llorando, tenia que ser grabe, así que me atreví a preguntarla
- Olle, tú sabes algo, no es normal que te pongas así por haberte dicho eso…
- Sí, sé una cosa que me dijo la vez que cortasteis… ten mucho cuidado
En ese momento me abrazó mientras lloraba y yo tan bien empecé a llorar y a abrazarla, me quería morir. De repente oímos unas voces, las reconocí enseguida, eran Alex, Aitor, David y Álvaro dirigiéndose hacia nosotras. Nos limpiamos las lagrimas y empezamos a sonreír falsamente.
Yo miré a David y le dediqué una sonrisa, y luego a Alex que al sonreírle falsamente se creyó que me podía abrazar y así hizo. Pasamos la tarde los seis juntos, luego llegaron las dos Violetas riéndose y se sentaron con nosotros en el césped de uno de los jardines que teníamos en la urbanización, la pena es que a mi lado estaba Alex, al que yo quería reprimir para siempre, pero en un momento de descuido me echó para atrás y me besó.
Yo me intenté despegar de él como pude pero mis fuerzas eran pocas para las que tenia él. Cuando termino de besarme le di una bofetada y me levanté llorando, no quería saber nada de él, vinieron detrás mía las dos Violetas y Saray, pero eché a correr y me topé con Olalla, las dos juntas nos fuimos a un valle que había por allí cerca y la conté el secreto que estaba guardando en mi interior…
Intente despistarlas, pero al que no conseguí despistar fue a él.
Me le encontré en el callejón en donde siempre me escondía cuando quería escapar de las peleas por castigo o algo. Me miro y se a cercó a mi un poco titubeante, yo miré al cielo, se estaba nublando, luego bajé la vista y le mire seria, no quería nada con él de momento, así que no le hablé.
- ¿Por qué no me hablas? ¿Te e hecho algo malo?
Le volví a mirar con cara indignante y le respondí:
- No pero… no te creas que me apetece hablar mucho en estos momentos, pero aun así, se dice hola.
- Hola ¿contenta? – Sonrío-
- Sí – Me di la vuelta bruscamente y empecé a andar-
Él me siguió hasta mi casa, cosa que no te creas que me gustó… pero si lo tenía que aguantar se aguantaba como buena persona y mostrando una buena sonrisa falsa.
Miré el reloj, ya llegaba tarde a comer, seguro que me regañaban, hoy al parecer no es mi día de suerte…
Abrí las puertas de casa y me dirigí hacia la cocina corriendo, allí estaban mis padres y mi hermano, pero por quien sentía más miedo eran por mis padres que me miraron con una mirada amenazadora a la que yo temía.
Pero no me dijeron nada, creo que fue por como me comporté en la noche… me comporté bien o eso creo, lo importante es que no me han regañado. Subí a mi habitación y encendí el ordenador, esta vez no me habló nadie pero si tenia un correo. Le abrí y le empecé a leer:
“Ya sé que no quieres saber nada de mi pero, quiero que sepas que no te puedo olvidar, eres demasiado para mi, me sigues volviendo LOCO cuando veo nuestras fotos del verano pasado. Creo que no se te puede olvidar, así que espero que me aceptes como vecino. Te quiero mucho mi Esthercita…”
Oh no, creo que es, sí lo tiene que ser, es Alex, Dios mi ex, arg creí que no iba a saber nada de él, pero no. Cerré de un golpe el ordenador y me levante dirigiendo me hacia el salón de a bajo, donde estaba mi hermano, creo que él sabe algo de esto.
Me cuadre en el hueco de la mesa del salón de a bajo y de un chistido le llamé la atención a mi hermano, lo cual el paró la película y se giró para mirarme.
- Tú tienes que saber algo sobre Alex, ese del pueblo…
- No… - se giro disimulando- Bueno vale, sí, me envió a noche un correo diciendo que se iba a mudar aquí, lo siento.
- No pasa nada, solo que le tengo que esquivar
Había conseguido lo que quería, ahora tenia que poner en prueba mi plan, es decir, esquivarle.
Salí a la calle decidida a pensar, pero no me apetecía amargarme, así que fui a llamar a Saray a su casa, me pillaba cerca, y seguramente tenia algo nuevo que contarme, como todos los dias.
Me contó casi todo lo que había hecho desde que se levantó, yo la escuchaba mientras pensaba, era complicado, pero la mayoria de las cosas las sabias.
Miré hacia la derecha y la susurré a Saray “no mires hacia la derecha y andemos deprisa, luego te cuento lo que pasa”. Hicimos lo que había dicho y en mitad de una de las calles me paró y puso sus manos en mis hombros y me miro a los ojos, ahí soltó su pregunta:
- ¿Qué es lo que pasa?
- Lo que pasa es que… el chico de esa calle que ha venido nuevo… pues es… mi ex, ¿te acuerdas de Alex? ¿sí? Pues es..ese –miré al suelo-
Se quedo muda y apartó sus manos de mis hombros, y la empezó a temblar la voz. La miré y ella me miró con los ojos llenos de lagrimas, ella tenia que saber algo, y de que esté llorando, tenia que ser grabe, así que me atreví a preguntarla
- Olle, tú sabes algo, no es normal que te pongas así por haberte dicho eso…
- Sí, sé una cosa que me dijo la vez que cortasteis… ten mucho cuidado
En ese momento me abrazó mientras lloraba y yo tan bien empecé a llorar y a abrazarla, me quería morir. De repente oímos unas voces, las reconocí enseguida, eran Alex, Aitor, David y Álvaro dirigiéndose hacia nosotras. Nos limpiamos las lagrimas y empezamos a sonreír falsamente.
Yo miré a David y le dediqué una sonrisa, y luego a Alex que al sonreírle falsamente se creyó que me podía abrazar y así hizo. Pasamos la tarde los seis juntos, luego llegaron las dos Violetas riéndose y se sentaron con nosotros en el césped de uno de los jardines que teníamos en la urbanización, la pena es que a mi lado estaba Alex, al que yo quería reprimir para siempre, pero en un momento de descuido me echó para atrás y me besó.
Yo me intenté despegar de él como pude pero mis fuerzas eran pocas para las que tenia él. Cuando termino de besarme le di una bofetada y me levanté llorando, no quería saber nada de él, vinieron detrás mía las dos Violetas y Saray, pero eché a correr y me topé con Olalla, las dos juntas nos fuimos a un valle que había por allí cerca y la conté el secreto que estaba guardando en mi interior…
3º Capitulo.La amenaza.
Le mire con una expresión de preocupación y le dije ¿que te pasa?, él se hacerco a mi cama y se sento en uno de los brodes mirandome.
- Ya se que a ti solo te importa mi vida cuando va mal, pues ahora me va mal.
- ¿Qué dices mongolo? - le miro con cara rara-
- Haber, sin rodeos eh, dejo o no dejo a mi novia. -mira al suelo-
- ¡¿Pero por que?! -le miro enfadada-
- Por que ahora me gusta otra persona -mira hacia otro lado- bueno mañana hablamos, solo queria decirte eso.
Queria hablar pero, algo me lo impidio, asi que solo me despedí de el con un abrazo y un buenas noches.
Me tumbe en la cama mirando el techo, empecé a pensar en lo que habia hecho esta noche, pero mi mente solo pensaba en mi hermano, uoch ya me habia fastidiado el sueño, ahora solo pensaba en como ayudarle. Dificil la cuestión.
Me levanté de la cama y bajé las escaleras cuidadosamente sin hacer ruido y fui a la cocina, me heche un vaso de leche y me fui al salon a ver un poco la tele y haber si me entraba sueño. Me quede dormida en poco tiempo, gracias a la pelicula que estaban echando.
Empecé a oir una voz que me despertó, cogí el movil para ver la hora, era tarde las doce de la mañana, me dolia todo el cuerpo por dormir en el sofá. Me levanté y me dirigí hacia mi baño. Me lavé la cara y me fui a mi habitación donde me puse unos adidas y una camiseta de manga corta, no me apetecia arreglarme mucho para dar una vuelta con el perro.
Bajé las escaleras les di dos besos a mis padres y un buenos dias y sali con el perro a dar un paseo, no queria hablar con nadie, o por lo menos intentaba esquivar a la gente que podia desde lejos. Pero por desgracia me tube que encontrar con Natalia y con Carolina, las dos personas que más odio en el mundo, con esas me tube que encontrar. Me pararon y en su rostro veia la misma cara que ponian cuando me querian joder un rato a lo que las salte :
- ¿Qué quereis tolilis? - mirandolas con cara de asco-
- Se rumorea que ayer estubistes cenando en tú casa con los vecinos nuevos - Empezó a hablar Natalia-
- Asentí con la cabeza y miré a Carolina que me miraba con cara de asco tambien-
- Bueno, pues para no entretenernos más vamos a la pregunta clave, más bien tomatelo como una amenaza ¿vale bonita? - en ese momento las queria pegar, pero me aguante y asenti con la cabeza- No te queremos ver con los chicos nuevos, osea, David y Alvaro, los queremos para nosotras.
- Para mi como si los quereis quemar, son solos unos conocidos, ademas con Alvaro ni e tratado asi que haced lo que querais. - me di la vuelta y seguí andando dejandolas atras-
Mientras seguia andando saqué de mi bolsillo el movil, me habia llegado un sms de Aitor, que querra. Abrí rapidamente el sms " Esther, necesito que vengas al parque de siempre rapido" . Me asusté y sali corriendo, el perro detras mia hasta que llegamos al parque, allí vi a mi hermano con la cara entristecida, me acerqué a él y me sente a su lado.
- ¿Qué te pasa?
- Lo que te conté ayer, e dejado a Alejandra poniendola una escusa mala, ahora creo que está enfadada conmigo. - me abraza mientras intentaba no llorar-
- No te preocupes, seguro que tienes posibilidades con la otra chica que te gusta y que aun no me has dicho quien es.. -le miré mientras me abrazaba-
- No te va a gustar la chica, asi que mejor no te la digo, asi nos ahorramos un enfado sobre nuestros gustos -sonrio levemente, se levanto y se dirigio hacia el perro para acariciarle-
Yo me quedé mirando a las musarañas cuando oigo a mi hermano despidiendose de mi y llevandose al perro, me despedí de el con la mano y seguí sentada en el banco sola.
Derrepente me diron un fuerte golpe atras en la cabeza con una pelota, me levante y me gire enfadada para regañar a la persona que me a dado con el balon. Cuando vi quien era no me dieron ganas de hablarle, pues no queria problemas..tanto el si me vino a hablar para preguntarme que tal.
- Lo siento Esther, ¿estas bien?
- Sí, sí, estoy bien no pasa nada - le doy el balon y me siento en el banco mierando para otro lado-
- Esther..te queria dar las gracias por lo de ayer..por preguntarme que tal estaba y eso, no suelo contarselo a muchas personas pero a nadie como tú, gracias.
En ese momento me abrazó y yo le abracé a el pero dentro de mi habia algo que me hacia ponerme nerviosa a lo que me separé de el, me levanté y el se fue con una sonrisa en la cara. Miré al frente y allí estaban Natalia, Carolina y más amigas suyas..
Ahora no sabia que hacer para no estar castigada y no meterme en un bronca..miré para un lado y alli estaba...
- Ya se que a ti solo te importa mi vida cuando va mal, pues ahora me va mal.
- ¿Qué dices mongolo? - le miro con cara rara-
- Haber, sin rodeos eh, dejo o no dejo a mi novia. -mira al suelo-
- ¡¿Pero por que?! -le miro enfadada-
- Por que ahora me gusta otra persona -mira hacia otro lado- bueno mañana hablamos, solo queria decirte eso.
Queria hablar pero, algo me lo impidio, asi que solo me despedí de el con un abrazo y un buenas noches.
Me tumbe en la cama mirando el techo, empecé a pensar en lo que habia hecho esta noche, pero mi mente solo pensaba en mi hermano, uoch ya me habia fastidiado el sueño, ahora solo pensaba en como ayudarle. Dificil la cuestión.
Me levanté de la cama y bajé las escaleras cuidadosamente sin hacer ruido y fui a la cocina, me heche un vaso de leche y me fui al salon a ver un poco la tele y haber si me entraba sueño. Me quede dormida en poco tiempo, gracias a la pelicula que estaban echando.
Empecé a oir una voz que me despertó, cogí el movil para ver la hora, era tarde las doce de la mañana, me dolia todo el cuerpo por dormir en el sofá. Me levanté y me dirigí hacia mi baño. Me lavé la cara y me fui a mi habitación donde me puse unos adidas y una camiseta de manga corta, no me apetecia arreglarme mucho para dar una vuelta con el perro.
Bajé las escaleras les di dos besos a mis padres y un buenos dias y sali con el perro a dar un paseo, no queria hablar con nadie, o por lo menos intentaba esquivar a la gente que podia desde lejos. Pero por desgracia me tube que encontrar con Natalia y con Carolina, las dos personas que más odio en el mundo, con esas me tube que encontrar. Me pararon y en su rostro veia la misma cara que ponian cuando me querian joder un rato a lo que las salte :
- ¿Qué quereis tolilis? - mirandolas con cara de asco-
- Se rumorea que ayer estubistes cenando en tú casa con los vecinos nuevos - Empezó a hablar Natalia-
- Asentí con la cabeza y miré a Carolina que me miraba con cara de asco tambien-
- Bueno, pues para no entretenernos más vamos a la pregunta clave, más bien tomatelo como una amenaza ¿vale bonita? - en ese momento las queria pegar, pero me aguante y asenti con la cabeza- No te queremos ver con los chicos nuevos, osea, David y Alvaro, los queremos para nosotras.
- Para mi como si los quereis quemar, son solos unos conocidos, ademas con Alvaro ni e tratado asi que haced lo que querais. - me di la vuelta y seguí andando dejandolas atras-
Mientras seguia andando saqué de mi bolsillo el movil, me habia llegado un sms de Aitor, que querra. Abrí rapidamente el sms " Esther, necesito que vengas al parque de siempre rapido" . Me asusté y sali corriendo, el perro detras mia hasta que llegamos al parque, allí vi a mi hermano con la cara entristecida, me acerqué a él y me sente a su lado.
- ¿Qué te pasa?
- Lo que te conté ayer, e dejado a Alejandra poniendola una escusa mala, ahora creo que está enfadada conmigo. - me abraza mientras intentaba no llorar-
- No te preocupes, seguro que tienes posibilidades con la otra chica que te gusta y que aun no me has dicho quien es.. -le miré mientras me abrazaba-
- No te va a gustar la chica, asi que mejor no te la digo, asi nos ahorramos un enfado sobre nuestros gustos -sonrio levemente, se levanto y se dirigio hacia el perro para acariciarle-
Yo me quedé mirando a las musarañas cuando oigo a mi hermano despidiendose de mi y llevandose al perro, me despedí de el con la mano y seguí sentada en el banco sola.
Derrepente me diron un fuerte golpe atras en la cabeza con una pelota, me levante y me gire enfadada para regañar a la persona que me a dado con el balon. Cuando vi quien era no me dieron ganas de hablarle, pues no queria problemas..tanto el si me vino a hablar para preguntarme que tal.
- Lo siento Esther, ¿estas bien?
- Sí, sí, estoy bien no pasa nada - le doy el balon y me siento en el banco mierando para otro lado-
- Esther..te queria dar las gracias por lo de ayer..por preguntarme que tal estaba y eso, no suelo contarselo a muchas personas pero a nadie como tú, gracias.
En ese momento me abrazó y yo le abracé a el pero dentro de mi habia algo que me hacia ponerme nerviosa a lo que me separé de el, me levanté y el se fue con una sonrisa en la cara. Miré al frente y allí estaban Natalia, Carolina y más amigas suyas..
Ahora no sabia que hacer para no estar castigada y no meterme en un bronca..miré para un lado y alli estaba...
2º Capitulo.La cena.
Llegamos a casa, comimos, y en ese interbalo de tiempo nos dieron la charla de las cosas que no teniamos que hacer.
Casi dormidos por la charla, nos levantamos de la mesa y nos dispersamos cada uno por su lado. Yo subí a mi habitación, encendí el ordenador y me conecté al msn para ver si habia alguna amiga.
Derrepente empecé a oir muchos pitidos, todas las muchachas de la urbanización me estaban hablando, incluso, las muchachas con las que me llevaba mal, osea sé, las pijas.
Me queria morir, todas con el mismo temas. Que asco. Argg que habia hecho yo para merecer esto. Menos mal que Paula, Cass y Sara no hablaban de ese tema. Lo cual me hizo olvidarlo.
Miré al reloj, oh no, eran las nueve de la noche, faltaba media hora para que llegaran y por lo menos tenia que estar visible, y el chandal, no me valia.
Cogí una mini falda vaquera y una camiseta rosa con un dibujo de Snoopy. Me pinte la raya de los ojos y un poco rimel. Creo que con eso iba.. bien.
Quedaban cinco minutos, y mi hermano en bermudas y con una camiseta vieja. Para su estilo de estar "poco" arreglado y "visible" iba bien.
Mi madre me dio el visto bueno de como iba vestida, a mi hermano puntos suspensivos. Y nos volvio a recordar las normas, eso nos fastidio, un poco bastante. Asi que nos dirijimos los dos a la habitación donde teniamos las play´s..
Sonó el timbre, al parecer ya habian llegado. ¿Nervios? No. ¿Jugando a la play? Sí.
Salio mi padre a recibirlos, al ver a sus amigos me dio un poco de vergüenza agena, pues empezaban a hacer las mismas payasadas que hacian de jovenes al verse. Decidí con mi hermano no bajar de la habitación y seguir jugando, luego ya los saludaremos y lo que tengamos que hacer.
Pasó poco tiempo a lo que vino a llamarnos una chica de pelo castaño claro tirando un poco a lo rubio con la luz, delgada y por sus ropas un poco provocativa y con un toque deportiva, me gustaba su estilo. Mi hermano se quedo mirandola disimuladamente y cuando se fue me susurro " a esta la llamo repipi, por que me recuerda un poco a ti " en ese momento nos reimos los dos.
Bajamos al salon donde estaban todos, cenamos y todo eso. Parecian majos, pero uno de ellos me llamo la atención, creo que se llamaba David,un muchacho de pelo castaño, piel morena y da una estatura más alta que yo, por lo menos unos centimetros, no sé, habia algo en él que me llamaba la atención, creo que era su forma de ser en este momento, pero mejor no decirle nada sobre si esta bien o algo, no quiero meter la pata desde el primer momento y seguí a lo mio.
Mi hermano me dejó sola para ir a hablar con la muchacha que vino a llamarnos para cenar, se llamaba Violeta, se les veia muy entretenidos. Mientras tanto yo me fui a hablar con la muchacha a la que atropelle sin querer, se llamaba igual que la otra muchacha pero ella tenia la piel más morena y el pelo ondulado, castaño y por los hombros. Nos reiamos mucho juntas, me calló bastante bien.
Violeta decidio irse, pues ya eran las doce y media y estaba cansada, el otro chico que habia se fue con ella, entonces fue cuando decidí ir a hablar con David que se encontraba solo en la mesa donde estaban nuestros padres.
- Hola - le saludé timidamente-
- Hola - la mira disimuladamente-
- Creo que..no me e presentado, soy Esther.. y tú creo que eres David ¿no?
- Asintio con la cabeza y siguio a lo suyo-
- Bueno pues encantada - me senté disimuladamente a su lado- ¿te apetece hacer algo? No sé, no creo que estar aqui solo..este bien, tiene que ser aburrido..
- Sí, bueno vale - me miro un poco entristecido-
Le dije que me siguiera y subimos a la habitación donde estaban todos los juegos. Él miro la habitación un poco sorprendido, y yo lo miraba sonriendo, nunca habia visto a nadie sorprenderse por una habitación llena de juegos, eso me hizo gracia.
Estubimos un buen rato jugando a las play´s, me calló bien, era simpatico y eso..pero seguia llamandome la atención algo asi que me decidí preguntarle.
- Olle, ¿te pasa algo? es que te noto un poco triste..
- Sí, pero bueno, es mejor olvidarlo.
- ¿Se puede saber por que? si no me lo quieres contar no pasa..nada.
- Da igual, pareces una tia legal, el caso es que estoy asi de mal por lo que muchas personas lo estan, más bien, amor.
Le mire entristecida, me senti que habia recobrado vida en mi la herida que por casi conseguí cerrar. Intenté no llorar y le miré intentando sonreir.
- Pero tranquila, la estoy olvidando. - Me miro intentando sonreir y miro al suelo-
- Estamos los dos en la misma..situación, lo siento por haberte recordado eso, lo siento.
Me acerqué a el y le abracé, él tambien me abrazó y sonrei.
Bajamos hasta la entrada, ya se iban, me despedí de ellos y subí a mi habitación, a lo que entra mi hermano mirandome, me tienia que contar algo que sabia que no le iba a dejar dormir.
Casi dormidos por la charla, nos levantamos de la mesa y nos dispersamos cada uno por su lado. Yo subí a mi habitación, encendí el ordenador y me conecté al msn para ver si habia alguna amiga.
Derrepente empecé a oir muchos pitidos, todas las muchachas de la urbanización me estaban hablando, incluso, las muchachas con las que me llevaba mal, osea sé, las pijas.
Me queria morir, todas con el mismo temas. Que asco. Argg que habia hecho yo para merecer esto. Menos mal que Paula, Cass y Sara no hablaban de ese tema. Lo cual me hizo olvidarlo.
Miré al reloj, oh no, eran las nueve de la noche, faltaba media hora para que llegaran y por lo menos tenia que estar visible, y el chandal, no me valia.
Cogí una mini falda vaquera y una camiseta rosa con un dibujo de Snoopy. Me pinte la raya de los ojos y un poco rimel. Creo que con eso iba.. bien.
Quedaban cinco minutos, y mi hermano en bermudas y con una camiseta vieja. Para su estilo de estar "poco" arreglado y "visible" iba bien.
Mi madre me dio el visto bueno de como iba vestida, a mi hermano puntos suspensivos. Y nos volvio a recordar las normas, eso nos fastidio, un poco bastante. Asi que nos dirijimos los dos a la habitación donde teniamos las play´s..
Sonó el timbre, al parecer ya habian llegado. ¿Nervios? No. ¿Jugando a la play? Sí.
Salio mi padre a recibirlos, al ver a sus amigos me dio un poco de vergüenza agena, pues empezaban a hacer las mismas payasadas que hacian de jovenes al verse. Decidí con mi hermano no bajar de la habitación y seguir jugando, luego ya los saludaremos y lo que tengamos que hacer.
Pasó poco tiempo a lo que vino a llamarnos una chica de pelo castaño claro tirando un poco a lo rubio con la luz, delgada y por sus ropas un poco provocativa y con un toque deportiva, me gustaba su estilo. Mi hermano se quedo mirandola disimuladamente y cuando se fue me susurro " a esta la llamo repipi, por que me recuerda un poco a ti " en ese momento nos reimos los dos.
Bajamos al salon donde estaban todos, cenamos y todo eso. Parecian majos, pero uno de ellos me llamo la atención, creo que se llamaba David,un muchacho de pelo castaño, piel morena y da una estatura más alta que yo, por lo menos unos centimetros, no sé, habia algo en él que me llamaba la atención, creo que era su forma de ser en este momento, pero mejor no decirle nada sobre si esta bien o algo, no quiero meter la pata desde el primer momento y seguí a lo mio.
Mi hermano me dejó sola para ir a hablar con la muchacha que vino a llamarnos para cenar, se llamaba Violeta, se les veia muy entretenidos. Mientras tanto yo me fui a hablar con la muchacha a la que atropelle sin querer, se llamaba igual que la otra muchacha pero ella tenia la piel más morena y el pelo ondulado, castaño y por los hombros. Nos reiamos mucho juntas, me calló bastante bien.
Violeta decidio irse, pues ya eran las doce y media y estaba cansada, el otro chico que habia se fue con ella, entonces fue cuando decidí ir a hablar con David que se encontraba solo en la mesa donde estaban nuestros padres.
- Hola - le saludé timidamente-
- Hola - la mira disimuladamente-
- Creo que..no me e presentado, soy Esther.. y tú creo que eres David ¿no?
- Asintio con la cabeza y siguio a lo suyo-
- Bueno pues encantada - me senté disimuladamente a su lado- ¿te apetece hacer algo? No sé, no creo que estar aqui solo..este bien, tiene que ser aburrido..
- Sí, bueno vale - me miro un poco entristecido-
Le dije que me siguiera y subimos a la habitación donde estaban todos los juegos. Él miro la habitación un poco sorprendido, y yo lo miraba sonriendo, nunca habia visto a nadie sorprenderse por una habitación llena de juegos, eso me hizo gracia.
Estubimos un buen rato jugando a las play´s, me calló bien, era simpatico y eso..pero seguia llamandome la atención algo asi que me decidí preguntarle.
- Olle, ¿te pasa algo? es que te noto un poco triste..
- Sí, pero bueno, es mejor olvidarlo.
- ¿Se puede saber por que? si no me lo quieres contar no pasa..nada.
- Da igual, pareces una tia legal, el caso es que estoy asi de mal por lo que muchas personas lo estan, más bien, amor.
Le mire entristecida, me senti que habia recobrado vida en mi la herida que por casi conseguí cerrar. Intenté no llorar y le miré intentando sonreir.
- Pero tranquila, la estoy olvidando. - Me miro intentando sonreir y miro al suelo-
- Estamos los dos en la misma..situación, lo siento por haberte recordado eso, lo siento.
Me acerqué a el y le abracé, él tambien me abrazó y sonrei.
Bajamos hasta la entrada, ya se iban, me despedí de ellos y subí a mi habitación, a lo que entra mi hermano mirandome, me tienia que contar algo que sabia que no le iba a dejar dormir.
1º Capitulo.Los vecinos nuevos.
Una mañana soleada, en una pequeña urbanización de una ciudad un poco famosa de España, alli estaba yo, paseando con la bici por las calles de la urbanización esperando a encontrarme a mis amigas o por lo menos ver algo interesante.
Pasaban los minutos, cada vez me cansaba mñas de ir en bici y fui a para a un parque donde econtré a mis amigas. Creo que se alegraron al verme, no sé por que, pero, al parecer tambien estaban chismorreando.
Me acerqué a ellas un poco y mis amigas Lydi y Saray se acercaban a mi corriendo, en ese momento me sentia un poco asustada, pero las saludé con la mano.
- ¡Lidy, Saray! - Sonrio mientras las sigo saludando con la mano-
- ¡ Esther! - Gritaron las dos mientras corrian hacia mi-
- ¿Qué pasa? - Las mire a las dos cuando llegaron a mi lado-
- Han llegado vecinos nuevos a la urbanización, y uno de ellos (...) - Se reian mientras me lo contaban-
En ese instanté pensé " seguro que es un pijo snoop de esos que viven por aqui".
Me despedí de ellas y me fui hacia mi casa, pero ya que me picaba un poco el gusanillo tiraria por otra calle para ver la casa de los vecinos nuevos, aun que sea de refilon... pero algo, es algo.
Me puse los cascos del movil y puse música mientras iba en bici, sin querer tropecé con una chica a la que nunca habia visto por la urbanización, creo que es una de las nuevas. Muerta de vergüenza, me disculpe.
- Lo..lo siento mucho -me quito los cascos y dejo la bici tirada en el sulo- ¿Estás bien? Lo siento de veras.
- Sí, estoy bien, no te preocupes, pero otro día mira bien por donde vas o por lo menos esquiva. - Se levanto del suelo -
- Por cierto, ¿tú eres una de las nuevas vecinas de la urbanización? Siento ser un incordio.. - la miré con un poco de indiferencia-
- Sí, bueno otro día hablaremos, adiós.
Me despedí de ella y volvi a montarme en la bici y ya llegue a mi casa, donde ahora mismo deseaba estar.
Abrí la puerta de la calle, para poder entrar en casa, dejé la bici en el jardín de alante y subí las escaleras que llevaban a la puerta principal para entrar en el interior de la casa. Mientras la abria sin hacer damasiado ruido para no encontrarme con mi madre o con mi hermano, si estaba.
Subí corriendo a mi habitación y encendí el ordenador esperando a que alguna de mis amigas me hablara o yo la hablara. Pero solo estaban pocas personas y la mayoria eran personas que no me gustaba relacionarme con ellas tras cosas pasadas en el pasado. Derrepente oigo el sonido del msn cuando te hablan, ahi estaba Olalla, con la que empecé a hablar:
Olalla dice : Esther!!!
Esther dice : Olalla!! *-*
Olalla dice : Sabes lo de los vecinos nuevos ¿no?
Esther dice : Sí, ¿por que hablais tanto de ellos? ni que fueran famosos..
Olalla dice: Ya.. pero casi nunca vamos a tener vecinos nuevos y jovenes, ya me entiendes - en ese momento me envio un emoticono de cejas por el cual me reí-
Derrepente, oí la voz de mi madre diciendome que bajara a la cocina, seria algo importante..
Bajé las escaleras y me fuí hacia la cocina, ví a mi madre y por un gesto me dijo que me sentara. Me senté y me puse a mirarla y a escucharla atentamente..
- Esther, hija, esta noche van a venir los nuevos vecinos a venar a casa, al parecer los padres de las familias de los nuevos vecinos son amigos de tu padre, asi que los hemos invitado a cenar. Y quiero que le digas a tu hermano lo mismo que te estoy diciendo a tí y no quiero nada de travesuras, palabrotas o cosas que puedan dejar en ridiculo la forma de nuestra familia.
Asentí con la cabeza mientras pensaba " que ese iba a ser el fin de mi buen mundo."
Subí corriendo las escaleras hacia mi habitación y se lo conté a Olalla y a Lydi, me pidieron que las contara todo sobre la cena al día siguiente, pero yo sabia que no iba a ser a ellas solas a las que se lo iba a tener que contar.
Cerré el ordenador y bajé al jardín de alante, cogí la bici y fui a buscar a mi hermano. No me sorprendí al verle con una muchacha abrazada a él, pues a la muchacha la conocia, y me caia bastante bien, creo que son novios desde hace tres meses o dos, no lo sé.
Me hacerqué a mi hermano y los dijé que si me le podia llevar un momento para contarle una cosa importante, no me podia esperar.
Cuando terminé de contarselo la expresión de su cara cambio un poco, la reacción fue, disgusto más bien. Nos jodieron los planes.
Mientras nos dirijiamos a casa ibamos pensando un plan...
Pasaban los minutos, cada vez me cansaba mñas de ir en bici y fui a para a un parque donde econtré a mis amigas. Creo que se alegraron al verme, no sé por que, pero, al parecer tambien estaban chismorreando.
Me acerqué a ellas un poco y mis amigas Lydi y Saray se acercaban a mi corriendo, en ese momento me sentia un poco asustada, pero las saludé con la mano.
- ¡Lidy, Saray! - Sonrio mientras las sigo saludando con la mano-
- ¡ Esther! - Gritaron las dos mientras corrian hacia mi-
- ¿Qué pasa? - Las mire a las dos cuando llegaron a mi lado-
- Han llegado vecinos nuevos a la urbanización, y uno de ellos (...) - Se reian mientras me lo contaban-
En ese instanté pensé " seguro que es un pijo snoop de esos que viven por aqui".
Me despedí de ellas y me fui hacia mi casa, pero ya que me picaba un poco el gusanillo tiraria por otra calle para ver la casa de los vecinos nuevos, aun que sea de refilon... pero algo, es algo.
Me puse los cascos del movil y puse música mientras iba en bici, sin querer tropecé con una chica a la que nunca habia visto por la urbanización, creo que es una de las nuevas. Muerta de vergüenza, me disculpe.
- Lo..lo siento mucho -me quito los cascos y dejo la bici tirada en el sulo- ¿Estás bien? Lo siento de veras.
- Sí, estoy bien, no te preocupes, pero otro día mira bien por donde vas o por lo menos esquiva. - Se levanto del suelo -
- Por cierto, ¿tú eres una de las nuevas vecinas de la urbanización? Siento ser un incordio.. - la miré con un poco de indiferencia-
- Sí, bueno otro día hablaremos, adiós.
Me despedí de ella y volvi a montarme en la bici y ya llegue a mi casa, donde ahora mismo deseaba estar.
Abrí la puerta de la calle, para poder entrar en casa, dejé la bici en el jardín de alante y subí las escaleras que llevaban a la puerta principal para entrar en el interior de la casa. Mientras la abria sin hacer damasiado ruido para no encontrarme con mi madre o con mi hermano, si estaba.
Subí corriendo a mi habitación y encendí el ordenador esperando a que alguna de mis amigas me hablara o yo la hablara. Pero solo estaban pocas personas y la mayoria eran personas que no me gustaba relacionarme con ellas tras cosas pasadas en el pasado. Derrepente oigo el sonido del msn cuando te hablan, ahi estaba Olalla, con la que empecé a hablar:
Olalla dice : Esther!!!
Esther dice : Olalla!! *-*
Olalla dice : Sabes lo de los vecinos nuevos ¿no?
Esther dice : Sí, ¿por que hablais tanto de ellos? ni que fueran famosos..
Olalla dice: Ya.. pero casi nunca vamos a tener vecinos nuevos y jovenes, ya me entiendes - en ese momento me envio un emoticono de cejas por el cual me reí-
Derrepente, oí la voz de mi madre diciendome que bajara a la cocina, seria algo importante..
Bajé las escaleras y me fuí hacia la cocina, ví a mi madre y por un gesto me dijo que me sentara. Me senté y me puse a mirarla y a escucharla atentamente..
- Esther, hija, esta noche van a venir los nuevos vecinos a venar a casa, al parecer los padres de las familias de los nuevos vecinos son amigos de tu padre, asi que los hemos invitado a cenar. Y quiero que le digas a tu hermano lo mismo que te estoy diciendo a tí y no quiero nada de travesuras, palabrotas o cosas que puedan dejar en ridiculo la forma de nuestra familia.
Asentí con la cabeza mientras pensaba " que ese iba a ser el fin de mi buen mundo."
Subí corriendo las escaleras hacia mi habitación y se lo conté a Olalla y a Lydi, me pidieron que las contara todo sobre la cena al día siguiente, pero yo sabia que no iba a ser a ellas solas a las que se lo iba a tener que contar.
Cerré el ordenador y bajé al jardín de alante, cogí la bici y fui a buscar a mi hermano. No me sorprendí al verle con una muchacha abrazada a él, pues a la muchacha la conocia, y me caia bastante bien, creo que son novios desde hace tres meses o dos, no lo sé.
Me hacerqué a mi hermano y los dijé que si me le podia llevar un momento para contarle una cosa importante, no me podia esperar.
Cuando terminé de contarselo la expresión de su cara cambio un poco, la reacción fue, disgusto más bien. Nos jodieron los planes.
Mientras nos dirijiamos a casa ibamos pensando un plan...
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